1.- Cien Años de Soledad
Cien años de soledad cuenta la historia de la familia Buendía a lo largo de seis generaciones en el pueblo ficticio de Macondo. El pueblo es fundado por diversas familias conducidas por José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, un matrimonio de primos que se casaron llenos de presagios y temores por su parentesco y el mito existente en la región por el cual su descendencia podía tener cola de cerdo. Pese a ello, tuvieron tres hijos: José Arcadio, Aureliano y Amaranta (nombres que se repetirán en las siguientes generaciones). José Arcadio, el fundador, es la persona que lidera e investiga con las novedades que traen los gitanos al pueblo, y termina su vida atado al árbol hasta donde llega el fantasma de su enemigo Prudencio Aguilar con el que dialoga. Úrsula es la matriarca y jefe de la familia, quien vive durante más de cien años cuidando de la familia y del hogar. El pueblo poco a poco va creciendo y con este crecimiento llegan habitantes del otro lado de la ciénaga (terreno que rodea y aísla al pueblo del exterior, tal como sucede en su natal Aracataca, Colombia). Con ellos se incrementa la actividad comercial y la construcción en Macondo. Desafortunadamente, llegan también la peste del insomnio y la peste del olvido. La pérdida de la memoria obliga a sus habitantes a crear un método para recordar las cosas y Aureliano comienza a etiquetar todos los objetos para recordar sus nombres; no obstante, este método empieza a fallar cuando las personas también olvidan leer. Hasta que un día regresa Melquíades (el líder de los gitanos y amigo de José Arcadio) con una bebida mágica para restablecer la memoria que surte efecto inmediatamente, y en agradecimiento es invitado a quedarse a vivir en la casa. Cuando estalla la guerra civil, la población toma parte activa en el conflicto al enviar un ejército de resistencia dirigido por el coronel Aureliano Buendía (segundo hijo de José Arcadio), a luchar contra el régimen conservador o godos, como se les dice despectivamente. En el pueblo, mientras tanto, Arcadio (nieto del fundador e hijo de Pilar Ternera y José Arcadio) es designado por su tío jefe civil y militar, y se transforma en un brutal dictador, quien es fusilado cuando el conservatismo retoma el poder. La guerra continúa y el coronel Aureliano se salva de morir en varias oportunidades, hasta que, fatigado de luchar sin sentido, arregla un tratado de paz que durará hasta el fin de la novela. Después de que el tratado se firma, Aureliano se dispara en el pecho, pero sobrevive. Posteriormente, el coronel regresa a la casa, se aleja de la política y se dedica a fabricar pescaditos de oro encerrado en su taller, de donde sale solamente para venderlos. Aureliano Triste, uno de los diecisiete hijos del coronel Aureliano Buendía, instala una fábrica de hielo en Macondo, deja a su hermano Aureliano Centeno al frente del negocio y se marcha del pueblo con la idea de traer el tren. Regresa al cabo de poco tiempo, cumpliendo con su misión, la cual genera un gran desarrollo, ya que con el tren, llegan también el telegrado, el gramófono y el cine. Entonces el pueblo se convierte en un centro de actividad en la región, atrayendo a miles de personas de diversos lugares. Algunos extranjeros recién llegados empiezan una plantación de banano cerca de Macondo. El pueblo prospera hasta el surgimiento de una huelga en la plantación bananera; para acabar con ella, se hace presente el ejército nacional y los trabajadores que protestan son asesinados y arrojados al mar. Después de la masacre de los trabajadores del banano, el pueblo es asediado por las lluvias que se prolongan por cuatro años, once meses y dos días. Úrsula dice que espera el final de las lluvias para finalmente morir. Nace Aureliano Babilonia, el último miembro de la línea Buendía (inicialmente referido como Aureliano Buendía, hasta que más adelante descubre por los pergaminos del misterioso Melquíades, una especie de mago Merlín, que su apellido paterno es Babilonia). Cuando las lluvias terminan, Úrsula muere
2.- El Amor en los Tiempos del Cólera
Gabriel García Márquez escribe una historia de amor eterno, muestra cómo el transcurrir de los años no logra apagar el amor del protagonista, habla sobre amar en silencio y mantenerse en un segundo plano durante años, con la esperanza de obtener una segunda oportunidad. El autor le dota a la historia los elementos necesarios para hacerla atractiva e impactante. Con la lectura de la obra de Gabriel García Márquez se facilita el rápido entendimiento de lo que es el romanticismo, ya que el amor está presente desde el comienzo, hasta el final del libro y se contagia introduciendo al lector en un mundo ficticio que se convierte en el propio hasta culminar la lectura creando intrigas, afanes, temores, tristezas, angustias y una ansiedad frente a cada situación en el transcurso de la obra.
Mediante un lenguaje lleno de riqueza y versatilidad, el escritor colombiano narra el esquema complejo, verosímil y esperanzado de un mundo que se asemeja, más de lo que nosotros pensamos, al mundo en que vivimos. De esta manera nos demuestra una vez más que la vida no es otra cosa que el trabajo interminable para el que los seres humanos fuimos creados.
En el tema está presente la habitual carga biográfica con el reflejo más o menos directo del propio padre de García Márquez, transformado en Florentino Ariza; y también, como en otras ocasiones, “El amor en los tiempos del cólera” nace de una crónica periodística en la que se hablaba del fallecimiento de dos amantes octogenarios en su escondite de Acapulco. La hazaña de Florentino Ariza es precisamente su resistencia a las heridas del desencanto. El autor lo dota de paciencia y voluntad inmensa, el que fue personaje patético está ahora convertido en un héroe grotesco y humilde, aunque capaz de atravesar más de medio siglo sin más objetivo que esperar su triunfo seguro. Al igual que el caudaloso Magdalena, a cuyas orillas se desarrolla, la historia que va narrando a través de más de sesenta años la vida de los personajes principales, Fermina Daza, Florentino Ariza y el doctor Juvenal Urbino de la Calle. Y poco a poco, este escenario y estos personajes, como una mezcla tropical de plantas y arcillas que la mano del autor modela y fantasea, van desembocando en los terrenos del mito y la leyenda, acercándose a un oscilante y tenue final feliz. La trama se desarrolla en Centroamérica a principios de siglo, entre 1880 y 1930 en una ciudad porteña del Caribe, -mezcla de Barranquilla y Cartagena, entre otras- tan confundida por los desastres de la guerra y las epidemias, que la vida es un acontecimiento muy cercano a la muerte. Según el narrador, es una época en la cual, los signos del enamoramiento podían ser confundidos con los síntomas del cólera.
3.- Crónica de Una Muerte Anunciada
El día que mataron a Santiago Nasar, se levantó a las 5:30 de la mañana, después de haber asistido el día anterior a la boda de Ángela Vicario. Se dirigía al puerto para recibir al obispo que venía en barco a darle la bendición al pueblo. Santiago era el hijo único de un matrimonio por conveniencia, era rico, su padre era árabe, tenía una hacienda y le gustaban las armas, mientras que su madre era sensible y sólo amaba a su hijo.
Esa mañana, Santiago sentía un dolor de cabeza y había tenido sueños extraños la noche anterior, pero ni él ni su madre, Plácida Linero, previeron el peligro que le esperaba. Salió vestido de lino blanco después de haber desayunado. Victoria Guzmán, la cocinera, estaba enterada de que iban a matar a Santiago, pero no le dijeron nada porque en el fondo, Victoria Guzmán deseaba que lo mataran. En el suelo, había una carta de advertencia para Santiago en donde le especificaban quiénes lo matarían, por qué razones y a qué hora lo harían, pero cuando Santiago salió, ni él ni nadie la vio hasta después del asesinato.
Santiago Nasar salió por la puerta principal y se dirigió rumbo al puerto. Al pasar cerca de la tienda de Clotilde Armenta, Pedro y Pablo Vicario, gemelos de 24 años, ya estaban esperando a Santiago para matarlo, sin embargo, Clotilde les pidió que dejaran sus asuntos para después por respeto al obispo.
El obispo no bajó del barco y desde allí dio la bendición. Santiago se sentía decepcionado, pues esperaba besarle la mano. De regreso se encontró con Margot, la hermana del narrador, quien invitó a Santiago a la casa a desayunar, pero éste prometió regresar en cuanto se cambiara de vestimenta. Muchos de los que estaban en el puerto sabían que a Santiago Nasar lo iban a matar. Don Lázaro Aponte, alcalde municipal, creyó que ya no corría ningún peligro, asimismo, el padre Carmen Amador. Cuando Margot caminaba rumbo a su casa, se enteró del escándalo que circulaba: la hermosa Ángela Vicario, que se había casado el día anterior, había sido devuelta a casa de sus padres porque el esposo encontró que no era virgen. Nadie podía explicarle cómo fue que el pobre Santiago Nasar terminó comprometido en semejante enredo, pero sí sabía con seguridad que los hermanos de Ángela lo estaban esperando para matarlo. Margot le contó a su madre la posible tragedia y ella salió rápidamente para avisarle a Plácida acerca de los intentos de asesinato contra su hijo, sin embargo, cuando iba en la calle, le dijeron que ya era muy tarde, Santiago ya había sido asesinado.
4.- Del Amor y Otros Demonios
El coronel no tiene quien le escriba fue escrita por Gabriel García Márquez durante su estancia en París, adonde había llegado como corresponsal de prensa y con la secreta intención de estudiar cine, a mediados de los años cincuenta.
El cierre del periódico para el que trabajaba le sumió en la pobreza, mientras redactaba en tres versiones distintas esta excepcional novela, que fue rechazada por varios editores antes de su publicación. Tras el barroquismo faulkneriano de La hojarasca, esta segunda novela supone un paso hacia la ascesis, hacia la economía expresiva, y el estilo del escritor se hace más puro y transparente.
Se trata también de una historia de injusticia y violencia: un viejo coronel retirado va al puerto todos los viernes a esperar la llegada de la carta oficial que responda a la justa reclamación de sus derechos por los servicios prestados a la patria. Pero la patria permanece muda...
En El coronel no tiene quien le escriba hay una aura de cosas no dichas, de medias luces, silencios elocuentes y milagros secretos, en que se define siempre o que se omite y resalta lo que quiere pasar inadvertido. Un soplo de misterio atraviesa el libro, que apenas tiene cien páginas, pero está envuelto en sombras luminosas. Pocos personajes de la novela latinoamericana seducen tanto como el viejo y maniático Coronel, que terminado el libro vive largo tiempo en la memoria. Es una especie de niño prodigio envejecido, loco y cuerdo, conmovedor y humano, maravillado y tragicómico. Tiene no sólo una personalidad sino un alma.
'El Coronel es una anécdota, pero ante todo un retrato. Nos lleva, no hacia un hecho, sino hacia un personaje, y en última instancia, una visión. (Luis Harss, 'Los nuestros'.)
5.- El Coronel No Tiene Quien Le Escriba
El coronel vive con su esposa, quien padece de asma, en una casa de muy pobres condiciones. La historia comienza una mañana en la que en el pueblo se celebrará un funeral, al cual el coronel atenderá. Se revela que ese mes, octubre, es de extrema tristeza e incluso malestar físico para la pareja puesto que es el aniversario del fallecimiento de su hijo Agustín. Tras dar el pésame a la madre del muerto y toparse con unos cuantos conocidos, regresa a su humilde casa.
Sin aparente fuente de ingresos, la única esperanza de ganancia es un gallo de pelea que el coronel ha estado manteniendo en su casa durante varios meses, esperando que pelee en enero y ganar en las apuestas. Al ser viernes, como de costumbre, el coronel camina hasta el puerto donde recién arribaron varias lanchas, de una de las cuales desembarca el administrador de la oficina postal, al cual sigue hasta la oficina de correos. Junto con varias personas, espera recibir una carta, pero como cada semana durante muchos años ya, no recibe nada. Su médico, el cual se encontraba también en la oficina, le presta el periódico, el cual ha sido censurado. La noticia de la nacionalización del Canal de Suez revela que la historia transcurre en el año de 1956.
Posteriormente, el médico visita al coronel para revisar a su esposa, y tras dar su visto bueno, le da al coronel una carta con información clandestina que había sido censurada en los periódicos. Timepo después, el coronel y su esposa discuten un poco sobre lo que deben hacer con el poco dinero que les queda, convenciéndola éste de comprar maíz para alimentar al gallo.
Aunque como es dicho en la novela este ha esperado la pensión por quince años por lo tanto si se restan esos quince años esa fecha dataria en 1941 lo que es una prueba retundante que los más seguro es que hubiera ayudado a combatir en la epoca de la violencia.
En conversaciones posteriores del coronel y su esposa, es revelado que durante muchos años, cada semana, el coronel espera recibir una carta con su pensión de veterano por asistir a la guerra civil colombiana de la Guerra de los Mil Días, en la cual combatió cuando tenía tan sólo 20 años de edad. Finalmente, al ver que su paga tal vez no llegue si no es bien exigida, decide cambiar de abogado.
Días después, el coronel ha escrito una carta demandando su pensión. Mientras tanto, el maíz que había sido comprado para el gallo, se acaba, y el coronel empieza a alimentarlo con habichuelas viejas. Su esposa argumenta que debería venderle un viejo reloj que tienen, tal vez su más valiosa posesión, al sastre del pueblo, Álvaro. Al encaminarse hacia la sastrería, se encuentra con varios compañeros de su hijo Agustín, entre ellos a Germán, a quienes les ofrece regalarles el gallo. Ellos en cambio ofrecen cuidarlo hasta las peleas de enero.
Al visitar a su compadre don Sabas, éste le dice que si vendiera el gallo se lo comprarían fácilmente a 900 pesos. El coronel duda mucho, pero al descubrir que su esposa ha tenido que empeñar sus anillos, decide vendérselo al propio don Sabas. Sin embargo, don Sabas le responde que por ciertas circunstancias económicas, se lo compraría a 400 pesos. El médico le aconseja al coronel que no se lo venda, pues don Sabas lo vendería posteriormente a 900 pesos.
Don Sabas sale de viaje, y cerrarían el trato al volver. Después de ir a su casa y encontrar que aún no ha llegado, el coronel regresa a su hogar y encuentra que Germán se ha llevado al gallo a entrenar. Entonces, el coronel va a recogerlo y descubre cómo el emocionado público ovaciona al gallo, y en medio de una gran confusión y motivación, se lleva al gallo a su casa, decidiendo que no lo venderían, incluso aguantando los fuertes reproches de su esposa.
6.- La Increíble y Triste Historia De La Cándida Eréndira y De Su Abuela Desalmada
Esta historia es un cuento escrito por Garcia Marquez. Encontré este resumen a ver que te parece. Suerte!
La increíble y triste historia de la Cándida Erendira y de si abuela desalmada.
Erendira era hija bastarda de Amadís, que murió en un duelo, y nieta de Amadís, que murió por fiebre. Su abuela, en cambio, era una mujer a la que la vida le había dado muchas vueltas. Fue así, que antiguamente era una prostituta que gracias a Amadis, consiguió escaparse de su asesinato. Después de la muerte de los Amadises, desempleo a sus criadas y convirtió a su nieta en la única sirvienta. Con todas las tareas que tenía, la abuela le añadía más y más, hasta que al final terminaba rendida del sueño. Medio dormida por los quehaceres habituales, se tendió en la cama dejando un candelabro encendido, al que después el viento conseguiría derribar.
La desgracia le llegó al día siguiente, cuando los daños eran infinitos y no le quedaría vida para pagárselo. Así comenzó a prostituirse, obligada por la abuela. Cuando no hubo más hombres en el pueblo, se trasladaron a un pueblo mediante la prostitución de Eréndira. Decidieron quedarse en el pueblo donde un cartero transmitiría la nueva llegada, por ello esperó a nuevos clientes.
Nuevo traslado, gracias al dinero conseguido, y nuevos clientes, incluido a Ulises. Un chico simpático que conoció una noche y al que se entregó sin dinero alguno.
Al día siguiente, unos misioneros salvaron a Eréndira de las garras de su abuela. Estuvo varios días en el convento hasta que llegó a ser feliz. En cambio, la abuela esperó hasta el domingo de Pentecostés, recurriendo incluso al alcalde y al senador, en el cual los misioneros venían con concubinas embarazadas para casarlas obligatoriamente con los hombres que las habían dejado en cinta. La abuela aprovechó y pagó a un joven para que se casara con su hija y pudiera salir del convento. En la boda, la niña admitió que se quería ir, pero con su abuela.
En su casa, Ulises pensaba en Eréndira, cosa que se dio cuenta su madre, hasta que una noche decidió escaparse e ir a por ella. Viajó incansablemente por muchos pueblos, los cuales no sabían nada del paradero de ésta. Pasó poco tiempo, cuando se encontraron y decidieron fugarse. Al acostar a su abuela y al escuchar el canto de una lechuza, trampa del joven, huyeron frente a los ojos del que no fue delator: el fotógrafo. Transcurrió poco tiempo desde que se escaparon hasta que les alcanzaron.
Ya, en la frontera, se encontraban Eréndira y su abuela, donde las filas de hombres eran infinitas. Allí se encontraban todos, Blacamán el Bueno, la mujer araña…la furia de las mujeres del pueblo despertó y como un perro, atada a la cama, la sacaron a la calle desnuda, hasta que alguien la tapó. Su nuevo viaje hacia el mar, comenzó cuando la abuela rebosaba de dinero. Al llegar al mar, comenzaron los sueños de la abuela sobre la grandeza del futuro de Eréndira. Pero otro acontecimiento desastroso sucedió. Ella sólo quería ver a Ulises, quien sin despedirse de sus padres de muy buenas formas, partió hacia ella. Al verle, Eréndira le pidió que matara a su abuela.
A la mañana siguiente, Ulises hizo una tarta en la cual había veneno. Se la dio a la abuela, quien, encantada, la recibió sin preocupaciones. Después de comérsela entera, durmió como siempre. Solo cambiaron algunas órdenes y poco más. Posteriormente, Ulises intentó otro intento nuevo: la puso una bomba en el piano. Esto sólo trajo más deuda para Eréndira. Sin soportar el rechazo de ella, Ulises, cogió un cuchillo y en una dura batalla, después de asestarle varias puñaladas, mató a la abuela. Y Eréndira, cogió los lingotes de oro y corrió hacia la libertad.
7.- Relato de un Náufrago
El 28 de febrero de 1955 cunde la noticia de que una tormenta en el mar Caribe ha hecho naufragar al destructor Caldas, de la marina de guerra de Colombia. La búsqueda de los náufragos se inicia de inmediato, pero al cabo de pocos días de esfuerzos inútiles los marineros perdidos son declarados oficialmente muertos.
Sin embargo, una semana después aparece uno de ellos. Es Luis Alejandro Velasco, que ha permanecido diez días, sin comer ni beber, en una balsa a la deriva. El renombre inmediato rodea al náufrago, un muchacho robusto, de veinte años, "con más cara de trompetista que de héroe de la patria".
El sobreviviente acude un día a la sala de redacción de El Espectador de Colombia. Propone a un joven periodista narrar la verdadera historia del naufragio, sin las deformaciones del oficialismo ni los manoseos de la propaganda.
El joven periodista se llama Gabriel García Márquez. "En veinte sesiones de seis horas diarias -dice el futuro autor de Cien años de soledad- logramos reconstruir el relato compacto y verídico de sus diez días de mar. Era tan minucioso y apasionante que mi único problema literario sería conseguir que el lector lo creyera." La historia se publica en catorce días consecutivos. El éxito es fulminante. A lo largo del diálogo salen a la luz muchas verdades, y el relato de aventuras se convierte en denuncia política que agita al país, cuesta la gloria y la carrera al náufrago y condena al exilio al entonces joven periodista...
8.- La Hojarasca
Trata de la historia del entierro de un hombre, un médico misterioso y odiado, al que sus vecinos quieren dejar insepulto. Al mismo tiempo es la historia del odio acumulado durante veinticinco años en Macondo, un lugar llamado a ser, pocos años después, famoso en el mundo entero.
La obra comienza con la muerte de un médico innominado, que cayó en desgracia con el pueblo de Macondo y que un buen día decidió ahorcarse, para mostrarse por primera vez, como dice Gabo, "cómodamente muerto", en el velatorio del doctor del pueblo.
La historia es narrada a través de los monólogos de tres personajes de una misma familia: un viejo coronel (el abuelo), Isabel (hija del coronel), y el hijo de Isabel.
A través de los ojos del niño, te puedes pasear por los fríos y tristes alrededores de la muerte y del velatorio (la muerte de una persona y su cortejo, la muerte del pueblo y su procesión); los mismos ojos te cuentan el ocaso del pueblo; fundidas sus riquezas y apagado su esplendor por las guerras y las crisis; esas mismas que llenaron las calles y las casas de "una hojarasca formada de desperdicios naturales y humanos".
De pronto, llegó la compañía bananera perseguida por “la hojarasca”(era una hojarasca revuelta, alborotada, formada por los desperdicios humanos y materiales de los otros pueblos: rastrojos de una guerra civil que cada vez parecía más remota e inverosímil.) La hojarasca era implacable, contaminando todo de su revuelto olor multitudinario, olor de secreción a flor de piel y de recóndita muerte.
En el texto coexisten dos fuerzas antagónicas e irreconciliables que presentan dos visiones del mundo, igualmente opuestas. "Nosotros", paradigma del orden (conformado por las familias fundadoras de Macondo y representado por la figura mítica del Coronel), tiene como oponente al cantante "hojarasca" (formado por los desplazados de las guerras civiles alentados por la oportunidad de trabajo que abre la llegada de la compañía extranjera a Macondo), paradigma de lo entrópico que instituye nuevos héroes contradictores de los valores occidentales y lleva a cabo un proceso de organización desintegradota.
Todo enmarcado dentro de un proceso de evolución histórica de la región del norte-costera de Colombia, basado en la "eliminación del elemento autóctono y en la importación de población nueva. Como resultado obtenemos una sociedad básicamente compuesta por gente recién llegada “ los recién llegados” ( expresión aparece en el prólogo de la novela) y un sincretismo cultural y racial que genera esa visión del mundo completamente nueva y original.
9.- Doce Cuentos Peregrinos
"El esfuerzo de escribir un cuento corto es tan intenso como empezar una novela. Pues en el primer párrafo de una novela hay que definir todo: estructura, tono, estilo, ritmo, longitud, y a veces hasta el carácter de algún personaje. Lo demás es el placer de escribir, el más íntimo y solitario que pueda imaginarse, y si uno no se queda corrigiendo el libro por el resto de la vida es porque el mismo rigor de fierro que hace falta para empezarlo se impone para terminarlo. El cuento, en cambio, no tiene principio ni fin: fragua o no fragua. Y si no fragua, la experiencia propia y la ajena enseñan que en la mayoría de las veces es más saludable empezarlo de nuevo por otro camino, o tirarlo a la basura".
"Reescribí todos los cuentos otra vez desde el principio en ocho meses febriles en los que no necesité preguntarme dónde terminaba la vida y dónde empezaba la imaginación, porque me ayudaba la sospecha de que quizás no fuera cierto nada de lo vivido veinte años antes en Europa. La escritura se me hizo entonces tan fluida que a ratos me sentía escribiendo por el puro placer de narrar, que es quizás el estado humano que más se parece a la levitación.
Además, trabajando todos los cuentos a la vez y saltando de uno a otro con plena libertad, conseguí una visión panorámica que me salvó del cansancio de los comienzos sucesivos, y me ayudó a cazar redundancias ociosas y contradicciones mortales. Creo haber logrado así el libro de cuentos más próximo al que siempre quise escribir."
10-.Memoria de Mis ***** Tristes
La historia de un longevo periodista que, al cumplir 90 años, decide celebrar su aniversario con una niña virgen de 14 años. Para obtenerla recurre a su antigua conocida, Rosa Cabarcas, dueña de un prostíbulo que frecuentó durante muchos años.
A los pocos días, consigue a la muchacha. En el primer encuentro, Delgadina es sedada por la matrona, para que pierda el miedo. Entonces, el anciano la encuentra dormida y se dedica a contemplarla.
La peculiar relación se prolonga durante un año y le hará recordar el pasado, la carrera de periodista, el amor a la música, los libros preferidas y el gusto por la putería. También, como todo enamorado, incrementará su actividad para halagarla; con esas reminiscencias, motivaciones y un nuevo cariño, que darán sentido al final de su existencia, podrá enfrentar lo inevitable.
La obra aborda pues el peculiar amor de un viejo. A cierta edad, el vigor se le agota. Sin embargo, queda la emoción en el corazón. En ese momento, el anciano busca tener una relación y al hacerlo se da cuenta de que el amor no pasa, como muchos hombres creen, únicamente por el coito, sino que puede darse también a través de la caricia, la contemplación y el silencio. La nueva forma permite admirar en el terreno de la imaginación la belleza irresistible del otro, es decir, la magnificencia de la vida misma. Dice el longevo periodista: "Aquella noche, descubrí el placer inverosímil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor". La fascinación por la querida conmueve al hombre mayor, lo llena de fantasías y le permite ocultar el temor a la muerte, así como enfrentar la decrepitud.
La historia recuerda, por su brevedad y lo intenso de la trama, a El coronel no tiene quien le escriba. De carácter realista, el alejamiento del "realismo mágico" es total. El resultado es una narración directa, íntima y, por supuesto, triste.